21 de abril de 2014

El Gran Hotel Budapest


Adiós vacaciones y vuelta al trabajo. Y encima con una semana de aúpa, pero para qué lamentarse, lo mejor es enfocar el lunes con optimismo y para eso, nada mejor que el color rosa.

Una de las cosas que hice en esta Semana Santa fue ir a ver Grand Hotel Budapest, peli que tenía pendiente y que me moría por ver. Es una de esas películas que antes de entrar a ver ya sabía que me iba a encantar, entre otras cosas porque es de Wes Anderson, y así fue. Una comedia vibrante, inteligente, evocadora, divertida, inspiradora... y así podría seguir un buen rato.


En ella nos narra las aventuras de Gustave H., el conserje de un hotel en 1932. junto a su inseparable mozo de portería, Zero Moustafa. La trama trata sobre un asesinato, una herencia, un robo y una huída. Todo ello con el trasfondo de los levantamientos previos a la segunda guerra mundial, tratada de una manera muy suspicaz. Pero no os quiero contar mucho más acerca de la historia, lo que yo venía a contar en el blog es que aparte del argumento, si hay algo fascinante en la estética de la cinta, tan llamativa como excéntrica. Anderson es un experto en salirse de lo establecido. Y así convierte esta comedia en una narración romántica, nostálgica, dulce y disparatada que te traslada a un universo paralelo del que no quieres salir cuando se acaba la película.

El reparto es igual de tremendo: 


Y no perdáis de vista la banda sonora, de Alexandre Desplat, la guinda perfecta a este pastelito. [Para escucharla, clic en la imagen]


Y ahora, una lista de imprescindibles con el mismo espíritu y aire nostálgico de la película.

1. Polvera Paul & Joe Cosmetics - 2. El libro de Stefan Zweig - 3. Perfume de Prada - 4. Los lápices con frases de la película - 5. La laca Romper Room de Etsy - 6. Velador de Vintage & chic - 7. Juago de té de Zara Home - 8. Sandalias de eMe shoes para Cristina Piña